viernes, 8 de abril de 2011

Ortorexia

¿Orto… qué? ¿Y eso con qué se come? Más bien, con eso qué se come…           
Bien dicen que los extremos son malos, y hay para quienes el comer sano puede volverse una obsesión. De eso se trata la ortorexia, una obsesión patológica por consumir sólo alimentos considerados “sanos” (de ahí el nombre: orto = recto, rexia = comida), como pueden ser sólo vegetales, alimentos orgánicos, sin conservadores, sin hormonas, sin carbohidratos, sin grasas, por mencionar algunos.
Como verás, la diferencia entre la ortorexia y otros desórdenes alimenticios como la anorexia y la bulimia, es que ésta no tiene que ver con la cantidad de comida que se ingierez, sino con la calidad de los alimentos.
Este trastorno suele manifestarse en personas perfeccionistas y con una exagerada  preocupación por seguir las reglas, y aunque puede padecerlo cualquier persona, la ortorexia afecta principalmente a adolescentes y adultos jóvenes de entre 14 y 26 años.

Ni tanto que queme al santo…
Definitivamente llevar una dieta sana es bueno, pero privarte de muchos alimentos puede acarrearte serios problemas de salud, ya que el cuerpo necesita de todos los nutrientes que sólo una dieta balanceada puede darte.
Por otro lado, ese temor a ciertos alimentos puede desencadenar enfermedades psiquiátricas como la depresión y la hipocondría (miedo a padecer alguna enfermedad grave).

¿Cómo saber si alguien es ortoréxico?Para diagnosticar a una persona como ortoréxica, algunos especialistas siguen ciertos criterios básicos como son:
  • Dedicar más de 3 horas al día a pensar en su dieta sana.
  • Preocuparse más por la calidad de los alimentos que por el placer de consumirlos.
  • Disminución de su calidad de vida conforme aumenta la “calidad” de su alimentación.
  • Sentimientos de culpabilidad cuando no cumple con lo que considera que es dietéticamente sano.
  • Planificación excesiva  de lo que comerá al día siguiente.
  • Aislamiento social provocado por su tipo de alimentación. Es decir, la persona deja de salir a comer a otro sitio que no sea su casa donde ella tiene “bajo control” la calidad de sus alimentos.

Si hay una respuesta afirmativa a estas y otras cuestiones similares, el especialista podría diagnosticar  la ortorexia nerviosa y sus grados.
Si crees que tú o alguien cercano a ti padece de este o algún otro desorden alimenticio, es importantísimo que busques ayuda profesional cuanto antes, ya que está en juego tu salud tanto física como psicológica.

 ¿Sabías que..?Una de cada cuatro mujeres en edad universitaria sufre algún desorden de la alimentación.


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